martes, 31 de mayo de 2016

Hace unos días, una amiga me comentaba que, aunque le gustaría tener un hijo, no lo tendría nunca porque sabía que nunca sería una buena mamá. Su ansiedad, sus problemas depresivos, su dificultad para aguantar el estrés y la presión en el trabajo, su inseguridad, su miedo al futuro. En ese momento a mí me pareció tan claro, y le dije: justamente todo eso es una razón para ser madre y trabajar en amar mejor, en vivir mejor si es lo que en el fondo quieres. Porque todo eso, todo lo demás, no es nuestro. Si no, si nos rendimos, ¿qué nos queda?
  
También me contaron el relato de otras mamás que habían sufrido un aborto provocado. La mayoría, por sus condiciones de trabajo. Por la imposibilidad de poder criar a un niño si te esperan 11 horas diarias en una cooperativa de frutas, por ejemplo. Voy a intentar buscar esos relatos y darlos a conocer.

Hace 8 meses a mí esto no me hubiera parecido tan claro, obvio. Sé que este tema, y este blog, sigue creando mucha controversia y que hay gente que piensa que voy en contra de mi libertad con lo que digo. Pero es muy simple. Que lo llamen dificultad, imposibilidad, explotación, condiciones de trabajo, pobreza. En estos casos, en los que se decide algo que ya esta previamente decidido, que lo llamen obligación, que tengan la valentía de llamarlo así, pistola en la nuca.



Pero que no lo llamen dignidad, y ya está.

1 comentario:

  1. ¡Venga!.
    Esta historia no puede acabar así.
    Esta historia necesita y merece y tendrá un final feliz. Y tú nos lo tienes que contar. No nos puedes dejar así.
    Hasta las fechas de los acontecimientos parecen tener un sentido: la del predictor, la del aborto y hasta la de esta última entrada de tu blog. Tu especial y despierta sensibilidad hacia lo que ha pasado y tu forma de describir las cosas.
    Como decía un gran sabio: "para ir a donde no sabes, has de ir por donde no quieres".
    Todo esto tiene que tener un sentido y lo vas a encontrar.
    Tu libertad ahora es encontrar a donde te lleva todo esto y contárnoslo.
    No tengas miedo. No tengas miedo de seguir escribiendo, por favor.

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