miércoles, 3 de febrero de 2016

He empezado a hablar con gente que me está ayudando. Pilar, de la red “El hueco de mi vientre”, se ofreció a hablar conmigo por skype y, aunque ese día yo estaba con la coraza puesta, pensando que no necesitaba ninguna ayuda, en cuanto comencé a contarle me puse a llorar. Fue bonito que alguien me entendiera, no pensar que es una exageración lo que estoy sintiendo. Pilar me habló de la importancia de buscarle un símbolo al bebé, de dejarlo que esté, y ahora voy en búsqueda de su símbolo, que sé que va a venir.  Porque buscarle un símbolo es darle un espacio, es mirarlo y nombrarlo, como estoy haciendo ahora al escribir.

A ella pude mirarla a los ojos cuando le hablaba del bebé, cuando decía “el bebé”.


Y sobre todo, sobre todo, fue la primera que vio mis ojos de emoción, de alegría, al recordar cuando estaba embarazada, como si por un momento pudiera sentirlo dentro, como si no se hubiera ido, y me permitiera sentir alegría, emoción, lo que no me permití sentir cuando sí estaba.

martes, 2 de febrero de 2016

Un recuerdo desagradable de la clínica es la eficiencia, el grado de no pasa nada, esto no es nada, paga por adelantado, una conversación de la enfermera cuando yo estaba tumbada en la camilla, antes de que empezara a presionarme en el vientre, sobre algo de gel en uno de los botes, tenía que rellenarlo, habría que pedir más gel.


Sin embargo, no tardaron en informarme de que nada se notaría. De que un doctor podría examinarme esa misma tarde y no sabría lo que había pasado, de que se habían borrado todas las pruebas, de que nunca tendría por qué contarlo.


Mi dignidad: todo el derecho a perderlo, a sentir el dolor en el vientre, a poder negarlo y olvidarlo.


lunes, 1 de febrero de 2016

Otra persona te nombró con una palabra científica, el conjunto de células que eres en esa semana de embarazo. Qué brutalidad llamarte así, me recordó a un momento terrible en la clínica, cuando ya habíamos terminado, de vuelta al despacho, y la doctora vio cómo yo estaba y me dijo: “No te sientas culpable, era así de pequeño” y dibujó un puntito en un papel con un bolígrafo.




Tú eras un futuro y no estás.