miércoles, 10 de febrero de 2016



Hubo un momento, al día siguiente de saber que estaba embarazada, en que me dejé pensar en la posibilidad de tenerlo. Recuerdo perfectamente la sensación, porque era de alivio y me alegraba.


Un amigo me preguntó que si había considerado otras opciones, e incluso se ofreció para cuidar al bebé de alguna forma, con su pareja- sé que parece una locura, me dijo, pero sólo quiero que consideres que pueden existir otras opciones. Era una locura.


Sentí alegría.


Quise comentarlo a otras amigas. Pero lo escribí así: “Un instinto horrible me hizo pensar en tener el bebé, durante 10 segundos.”, seguido de un icono de whatsapp con una cara asustada.  Y un “No, claro que no voy a hacerlo, sólo quería contaros lo que me había propuesto, no voy a tener el bebé.”


Escribiendo esto, ahora mismo, me he dado cuenta de que ahí ya lo llamé “el bebé”- no lo sabía, y por un momento he tenido ese sentimiento de alegría, otra vez.