Yo no escribo esto para cuestionar la legalidad del aborto. Yo
cuento la contradicción entre un discurso que habla del aborto como algo que me
empodera y me hace libre, y mi experiencia, la experiencia en la que perdí a mi
hijo por hacer ‘lo que tenía que hacer’.
Yo no me siento culpable. No tengo dentro un gran conflicto
entre ‘lo que en verdad deseaba’ y una carga moral que me dice ‘has matado una
vida’. No lo tengo.
Yo me siento sin mi hijo.